Ni escondido en un matorral, ni burlando al policía, ni a la derecha, ni a la izquierda, en esta exposición Sex in the City el sujeto homo está ubicado a la cabeza de la oración, en el centro mismo del discurso. Con la curaduría a cargo de Píter Ortega uno encuentra, como partes atomizadas de un mismo cuerpo: foto y lienzo, video e instalación, porno y erotismo. Ojo, la cita no es en el Yara, es a un costado del Capitolio, en la galería La Acacia. Pegado a las puertas de cristal que dan paso a la exposición encontramos un cartel advirtiendo que estas imágenes pueden herir su sensibilidad. ¿Su sensibilidad como consumidores de arte, artistas, gente, como sujetos sociales, sexuales o como sujetos sexuados? Si algo hay de cierto es que algunas de estas obras (quizás por ese sensible tráfico de la fotografía con la realidad real) son de difícil digestión, si bien encontramos un balance gracias a otras que tienden más hacia lo erótico como H, de Lázaro Luis García del Campo y Escudo, de Jorge Otero, esta última con una amplio universo de lecturas ricas y posibles, (una de ellas la diferencia racial). A medida que uno se adentra en los espacios de la expo sube de golpe la temperatura, el discurso se vuelve más de clímax, digamos que a grito limpio contra la censura pacata. Apropiación del sexo semejante -del semejante- (rojo), reconocimiento del otro como polo igual -igualmente deseado- (azul) y la derrota a manos del amante, -cuchillo clavado a la espalda- (verde): Lovers I, II, III, de Rocío García de la Nuez. Punto y aparte. Si hasta aquí habíamos atravesado falos erectos enfundados en un mismo protector y piernas abiertas de mujer a mujer, ya para el último salón llegamos a la línea dura. Hay una serie de fotos de una orgía de varones como antesala de La potajera, una representación de esos lugares alternativos (léase sujetos homo en las noches de la Habana). Pero, en esta tremenda atracción de iguales ¿quién espolea a quién? La respuesta nos llega en la foto de Lidzie Alvira, de la serie Correa de triple filo. A usted, encontrarla.
Habana por dentro 