Minutero

minutero
Foto: Beatriz Verde Limón

A un costado de la Plaza Vieja, bajando por Teniente Rey como quien va para el Convento de San Francisco de Asís, hay un boleto seguro al pasado. Mire a la cámara y diga aguacate o whisky o achís. Espere unos minutos y por el módico precio de 1 cuc, llevése un recuerdito de La Habana, una foto en blanco y negro tomada con esta vieja cámara. También se puede usted llevar el negativo de esta fotografía de cajón, llamada así por la técnica que usa. Agárrela por una esquinita y espere a que se seque para guardarla. ¡No la guarde antes de que se seque! Así, hay que recorrer media Habana Vieja con el cartón emanando olor a químicos. Seguro que cuando terminen de arreglar el Capitolio vuelven a ponerla allí, al pie de la escalinata. Pero no es sino días después que el amarillo viejo se va tragando tanto al blanco como al negro, se difuminan los contornos hasta volverse manchas, aunque es verdad, se puede reconocer quién es quién en la foto. Entonces es cuando me gana la duda de si no habremos sido catapulteadas unas cuantas décadas más atrás –si no fuera por nuestras ropas yo juraría que…-. Pero no, sonrientes estamos en pleno siglo XXI, solo que un poco amarillitas:

fotografía de cajón
Dazra Novak y Beatriz Verde Limón